Si bien la historia de la humanidad se expresa como resultado de grandes acontecimientos entre pueblos y naciones, también se explica por el avance de la ciencia, las humanidades, la tecnología y la innovación. A nadie sorprende que las etapas de la humanidad también se organizan con base en los hallazgos del conocimiento humano. Nuestros ancestros tardaron muchos siglos en pasar de la edad de piedra a los metales, no obstante, de la época de la revolución industrial a la era nuclear pasó mucho menos tiempo. Hoy estamos en la era digital y la inteligencia artificial nos conduce por senderos sorprendentes. .
El conocimiento es un ecosistema complejo en el que participan investigadores, institutos de investigación, universidades, asociaciones civiles, empresas del sector privado, agencias intergubernamentales y, de manera sobresaliente en nuestro país, el gobierno, el cual financia, apoya y contribuye al desarrollo de esta actividad.
Hoy el Poder Ejecutivo en México está presidido por una mujer que, entre sus cualidades, está haberse formado en la ciencia y en la política pública, quien tiene muy claro que el presente y el futuro está vinculado con el desarrollo del conocimiento y su aplicación responsable y, para este cuerpo colegiado, este hecho constituye una oportunidad insoslayable.
El acceso a los beneficios de la ciencia, las humanidades y la tecnología como un derecho humano, nos obliga a la reflexión en torno a temas como el acceso a internet y a los derechos digitales, la inteligencia artificial, pero también a los saberes tradicionales, con sus aportaciones a la salud, la nutrición o a la tecnología aplicada al telar de cintura o al de pedal, entre tantas y tantas contribuciones. Por supuesto, hay otros temas, como la robótica, la investigación de frontera, así como la soberanía digital, la bioseguridad y la ciberseguridad.
Los retos que nos plantean las ciencias y las humanidades obligadamente nos conducen a una reflexión profunda sobre los principios éticos en que debe basarse el desarrollo y sobre las aplicaciones concretas en la industria, el campo o la salud.
Desde la Comisión de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, se buscará generar, apoyar y acompañar una política pública responsable, basada en el interés público, pero, sin dejar de lado, el respeto a los principios de libre determinación intelectual, autonomía y expresión de las ideas, así como a los principios de responsabilidad y sustentabilidad que debe prevalecer en todas estas actividades.
Presidenta de la Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación